6 de noviembre de 2014

Quererse en la distancia



Suelo contar que yo no me independicé, sino que fueron mis padres los que se independizaron de sus hijos, hace ahora unos 12 años. Deseaban tener una vida más relajada, más tranquila y agradable, y sabíamos desde hacía mucho tiempo que se iban a vivir a Málaga.

Era su deseo irse de Barcelona y aunque no siempre lo he entendido, siempre lo he respetado. No para todos fue un buen momento, por un cambio en mi situación personal, me cogió con el pie cambiado y al principio me costó asumir que iba a vivir sola - una idea que no había considerado nunca. Eso sí, tenía 29 años, me ganaba la vida y ya era (muy) mayorcita para ser independiente. 

Mi hermana, aventajada en asuntos de independencia, vivía con su pareja de entonces y mi hermano pequeño tomó la decisión de irse a vivir con ellos. Yo me instalé en Mataró, a 25 kms de distancia, en mi nuevo piso de soltera y como todos teníamos nuestras rutinas, no siempre nos veíamos muy a menudo.  

Desde entonces, la sister se ha mudado en  varias ocasiones y ahora vive en Oxford a 1600 kms, con mi preciosísima sobrina. Mi hermano, por su parte, un día se mudó a Bilbao, a sólo 600 kms, y allí ha construido su vida junto a nuestra querida iseko. Y mis padres, siguen en el sur, a 1000 kms de nuestra casa, en un pueblecito de la Axarquía muy bonito y muy pequeño, que se llama Comares


No es que sea algo especialmente extraño, pero sí poco habitual encontrar a familias tan "desperdigadas", aunque creo que dadas las circunstancias, cada vez lo será más. Como decía antes, cuando empecé a vivir sola me costó muchísimo esfuerzo porque yo no lo deseaba. Con el paso del tiempo entendí y disfruté de todos los placeres que proporciona la independencia. Pero son incontables las ocasiones en las que eché de menos a mis padres y los hubiera querido tener más cerca.

Ahora que soy mamá, también me da pena muchos días que la Mausi no pueda ver más al abuelito y a la Omi, pero ella ya sabe que podemos hablar con ellos por Skype y cuando nos vienen a visitar o vamos a verles, sé que disfrutan al máximo de la peque, igual que ella de sus abuelos. Lo mismo ocurre con mi hermano, al que por fin fuimos a ver a Bilbao en Octubre; o con mi hermana y mi sobrina - soplamos las velas de su primer cumpleaños por Skype hace una semana. 

No siempre es fácil, no siempre están a mano, no siempre hablamos todo lo que querríamos ni lo que deberíamos, seguramente. Hemos de esforzarnos los 5, o los 9 de la familia extendida, para mantenernos al día y para querernos y cuidarnos en la distancia. Pero también es muy bonito cuando nos reencontramos, como en Navidad - que celebramos todos juntos en Comares - o en verano, en alguna visita de los abuelos o los tíos. 

Aún así hago un propósito nuevo y no de temporada, para mantenernos más cerca, a pesar de los kilómetros que nos separan, y no dejar de querernos activamente por demasiados días. Porque aunque no os lo diga todos los días, y a veces no lo parezca, os quiero.

¿Y vosotros? ¿Vivís cerca o lejos de los vuestros? ¿Cómo lo hacéis si no los tenéis cerca?

7 comentarios:

  1. buf!! debe ser duro a veces tener la familia tan "desperdigada", como dices. La parte bonita es que tienes muchas excusas para viajar (no que se necesiten, pero vamos...) y muchas "segundas residencias" y eso siempre va bien, pero se debe hacer difícil en algunos momentos. Cuando yo me emancipé, con 24 años, a pesar de ser una cosa deseada por mi parte, me costó más de lo que pensaba dejar el nido familiar y, aunque me mudé a 10m andando de casa de mi madre, la echaba mucho de menos. Desde hace 3 años mi hermano vive en Boston y esto es un palo para mí. Hablamos por skype y él viene para Navidad y vacaciones de verano, pero no es lo mismo y yo no siempre lo llevo bien... Eso sí, los reencuentros son de lo mejor del mundo :) Nada, que tenemos unas familias muy "globalizadas"! ;) buen finde guapa ***

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  2. Anna, hola!! Pues a veces es una pena estar tan lejos, pero también nos ahorramos los roces, jejeje. Ha habido épocas en los que se echan realmente de menos, pero por suerte, aunque yo soy la menos viajera de todos, al final siempre uno u otro se acerca por aquí, o nos vemos 2 o 3 veces al año en Comares. Y sí... si tu hermano está en Boston, ya te puedes imaginar cómo es eso de soplar las velas por Skype. Un besazo, espero que estés muy bien y cuidándote muchísimo. Mímate!

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  3. Laura, es muy bonito lo que cuentas a pesar de lo difícil que también debe resultar. Lo importante es querer seguir manteniendo el contacto, el esforzarse en mantener esos vínculos que la distancia no tiene por qué romper. Y como dices, tal vez la ausencia de roces os permita todavía disfrutarlo más.

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    1. Nerea! Voy con retraso.... :-) perdona! Pues a veces es difícil, pero ya llevamos unos años así. Es curioso, los echas más de menos en los momentos más inesperados. Ahora sobretodo, porque creo que sería muy bonito que pudieran disfrutar un poco más de la peque. Aún así, cuando estamos juntos, exprimimos el tiempo al máximo y disfrutamos un montón. Muxus!!

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  4. Hola Laura ¡ cómo son las cosas .. yo totalmente todo lo contrario... desde los 16/17 años no veía el momento de independizarme... y no es que no estuviera bien en casa, sino más bien todo lo contrario... siempre he estado muy muy feliz, pero mis ansias de aventura, de crecer, de emprender, de ver mundo, de conocer diferentes culturas podían más que un reconfortante calor hogareño... así que para disgusto de mi madre con 19 años me fui a Londres, y esa fue mi gran 'universidad' aprendí lo que no está escrito... :-) eché mucho de menos a mi familia, pero disfruté, hice locuras, conocí a mucha gente...en fin... tengo grandes recuerdos... y cuando volví seguí estudiando y ya empecé a compartir piso con amigos en el centro de Barcelona, mi aventura seguía... jijij... qué curioso las diferentes formas de ver la vida y cada una con su personalidad ... Gracias por compartir tu experiencia, me ha gustado leerlo :-)
    Un abrazo,
    Pd: pero he de decir, que "ahora" me cuesta mucho más estar lejos de mis padres... a veces ellos se van a Sevilla donde tienen otra residencia y yo estoy deseando que vuelvan.... es muy reconfortante saber que están bien cerquita... :-) ¿será la madurez? aj ¡ qué poco me gusta esa palabra ¡¡

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    1. Pues Esther, es cierto.... todos somos distintos. Aunque desde pequeña había viajado a Alemania sin mis padres en vacaciones etc.. cuando llegó el momento a los 18-20 años, me encontré con pareja y pocas ganas de emprender aventuras en el extranjero. No me arrepiento, pero hubiera sido distinto. Sé que muchos de los que sí lo hicisteis tenéis grandes experiencias como tú bien cuentas y un "rodaje" que no se consigue viviendo en casa de tus padres :-)
      Un besote y muchas gracias por pasarte por aquí!

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