22 de agosto de 2015

Paris sers toujours Paris (Capítulo 1º)


El pasado mes de Junio, nos escapamos a París para disfrutar de un fin de semana de novios sin la Mausi. La verdad es que sigo siendo una flojuna y siempre lo seré - me da una pena horrorosa dejarla las pocas veces que lo hacemos - pero también fue una excusa genial para disfrutar de tiempo de pareja de calidad.

Viajamos con Ryanair, por aquello de los costes, pero a veces lo barato sale caro. No puedo recomendaros la aerolínea, la ida nos fue bien, pero la vuelta, no fue lo mismo: casi 3 horas de retraso. Aunque lo que más me enoja es la forma de tratar a los pasajeros. Así pues, pasemos a temas más felices. 

Llegamos a nuestro hotel en París cerca de las 11 de la noche. Escogí el Hotel de La Paix en Montparnasse después de mucho buscar y lo escogí por ser un BBB - Bueno, Bonito, Buen Precio, porque en París "barato" no aplica para los hoteles. El hotel me gustó, si bien la habitación es ciertamente pequeña y el baño es minúsculo, eso ya lo sabíamos. Aunque pequeño, tiene ascensor, el desayuno es bueno y el personal amable. Está situado en una calle tranquila, pero alrededor hay muchísimos restaurantes y los que probamos estaban muy bien.

Vamos por fin a París en sí. A mi no-marido no le fascina mucho lo de patear ciudades, pero yo soy más urbanita que un semáforo y - iba a decir que "la cabra tira al monte", pero aquí es al revés, y yo al final lo convenzo para ir de city-weekend. Aún así, fue un éxito y por eso lo quiero contar. 

El primer día fuimos caminando desde el hotel hasta los Jardines de Luxemburgo y desde allí a la Îlle de la Cité. Yo necesitaba ver otra vez La Sainte Chapelle, una pequeña capilla gótica que tiene una capilla baja y una alta y es aquí, donde yo sufro un poco de lo que se conoce como el Síndrome de Stendhal o Síndrome de Florencia. La belleza de la capilla alta me sobrecoge, me envuelve, me deja boquiabierta y sin aliento y además con lágrimas en los ojos. No os riáis. A cada uno le impresionarán cosas diferentes, pero he visitado dos veces esta capilla y en las dos, me ha causado el mismo efecto. En mi opinión, si vais a París es un imprescindible. Y ninguna de mis fotos le hace justicia!

De allí caminamos de nuevo hasta Nôtre Dame y la vimos desde fuera, porque no lo había dicho: el no-marido tiene la firme convicción personal de no entrar en ninguna iglesia. En ninguna. No lo hizo en Roma (!) y no lo ha hecho en París (!). No hay argumentos para hacerle cambiar de opinión... a mi pesar. 

En esas estábamos cuando observamos un grupo de bicis de las que ofrecen rutas turísticas. Uno de los conductores llevaba unas gafas de sol futuristas tan llamativas que, movidos por la curiosidad, nos acercamos a preguntar. Fue una idea estupenda. Queríamos sólo 30 minutos, pero acabamos haciendo una ruta de casi una hora y media. Por qué digo que fue una buena idea? Nos permitió ver una buena parte de París cómodamente y sin cansarnos (no-marido feliz de no patear ciudad) y Hugo, el conductor, además de ser muy simpático, nos hizo fotos a los dos en varios lugares emblemáticos, consiguió un café latte para llevar muy rico, le dejó probar la bici al no-marido, y nos devolvió al Marais, una zona muy chula, para comer. Fuimos al Pont Neuf, a la Pirámide del Louvre, pasamos por la Rue des Pyramides, hasta la Opéra y de allí a la Rue de la Paix - la calle más cara en el Monopoly - y donde fue divertidísimo responder a los saludos de los empleados de Louis Vuitton, Boucheron o Bulgari - que iban saludando a nuestro paso, dirección Place Vendôme - gracias a las extravagantes gafas de Hugo. Y de ahí, volvimos poco a poco hasta el Marais donde comimos un Shwarma y un Falafel impresionante en un restaurante llamado Mi-Va-Mi.



Comida en el Mi-Va-Mi

Después de comer dimos un paseo por la zona de Saint Paul, dónde había un mercado de antigüedades distribuido por los patios traseros de los edificios de la zona. Caminamos desde el Marais, hasta el Quai Voltaire, paseando por el lateral del Sena. A todo esto, y para que el no-marido siga feliz, hay que darle combustible y el combustible es café. El quinto café del día lo tomó en "Le Voltaire", que tiene una terraza muy francesa y que parece que sirve buenas comidas - aunque sólo puedo deciros que el café costaba unos 5 euros.





Tras el café el no-marido sugirió tomar un autobús - ya no se camina más - y llegamos hasta Les Champs de Mars, para ver la Torre Eiffel. Es siempre siempre una visita impresionante. Y no la recordaba tan grande y tan imponente. Creo que nunca había estado debajo, sólo la había visto desde Trocadero.  Nos dimos una vuelta, hicimos fotos debajo de la Torre, decidimos que la veríamos al día siguiente y subimos por Trocadéro al metro para ir al hotel a descansar un poco.

Por la noche, cenamos en el Marais en un bistro normalito, pero aún así la carne que tomamos, estaba muy bien. Caminamos hasta la Place des Vosges, pero era de noche y chispeaba, y como somos muy comodones, nos retiramos al hotel, hasta el día siguiente.

11 de mayo de 2015

La Música es magia



Me gusta la música. Forma parte de mi vida y podría ponerle una banda sonora de mi vida por edades, sin dificultad. La música es un poco mágica, puede hacerte reír o llorar, bailar, o encogerte... Cuando era pequeña, en casa de mis padres sonaba música: clásica, música andina (!), Neil Diamond, Alberto Cortez, música de películas,... En nuestra casa, también hay música todos los días y a veces con la Mausi jugamos a "bailar como locas" y espero que en el futuro lo recuerde como algo muy divertido.

Algunas canciones tienen un significado personal y especial para mi. No en vano, los olores y los sonidos - la música - nos transportan con facilidad a un momento pasado de nuestras vidas. ¿No os ha pasado nunca que un perfume, el olor a hierba recién cortada o el de un aula de una escuela, os llevan hasta una antigua amiga, el lugar a dónde nacisteis, o vuestro primer curso de EGB? A mi sí. Y me ocurre por ejemplo al escuchar:
  • Sweet Caroline, de Neil Diamond -  Me recuerda a mi madre. Vuelvo a tener 10 años, un domingo por la mañana.
  • I don't want a lover - me recuerda al primer LP que tuve, el Southside de Texas.
  • Do you remember, de Phil Collins - me transporta a cuando tenía 15 años y estaba de viaje de fin de curso en Baviera.
  • I've had the time of my life, es "Dirty Dancing", la primera película de amor que vi en el cine.
  • Message in a bottle - siento que estoy otra vez en mis primeras vacaciones sola.
  • Si escucho Two Hearts de Chris Isaak vuelvo a conducir de Tossa a Sant Feliu. 
  • Chor Bazaari de la BSO de Love Aaj Kal - es oírla y sentirme bailar en un autobús en la India, con 7 amigas más. 
  • Cuando suena algo de Sabina, sobretodo de los últimos álbumes, como Pastillas para no soñar - con Serrat, o La Del Pirata Cojo - me hace pensar en mi no-marido. 
  • Será Mejor - de Muchachito Bombo Infierno - me recuerda a los viajes en coche, para ir a esquiar. 
  • Y Summercat, Applejack y I wish that I could see you soon, a veranito, cervecita y la última de ellas, al mes de Junio en Cadaqués en el que encargamos a la Mausi.
Las anteriores son algunas de las canciones que me recuerdan momentos, y hay otras - antiguas y nuevas - que me remueven por dentro. No puedo explicar por qué, pero me conmueven de alguna manera. Sin ningún orden, os dejo 10 de ellas: 
  1. One day like this - Elbow
  2. We don't eat - James Vincent McMorrow
  3. All I want - The Kodaline EP
  4. Revolvío - Bebe
  5. Belong - REM
  6. Beautiful War - Kings of Leon
  7. Linger - The Cranberries
  8. Little One - Lucy Schwartz
  9. There Goes the Fear - Doves
  10. One - U2

Intento atrapar toda la música que me gusta y la mejor forma que he encontrado es hacer listas, y más listas, en Spotify

En "The List by Laurix", donde hay casi 900 canciones guardo todo lo que me gusta, antiguo o nuevo. Llevo 3 años intentando hacer mi lista de éxitos - 2013, 2014 y 2015 - y las canciones que me "remueven" están en "@Touchée". Por último en "Acoustic, Unplugged, Live & Chill Out versions" he ido compilando canciones conocidas, pero en versiones acústicas, en directo... diferentes, porque a veces llegas a escuchar tanto un tema, que oírlo en una nueva versión puede sorprender y enganchar. Algunas de las versiones en directo - casi - superan a la versión original y son un poco más suaves, por lo que van estupendamente como música ambiental.

Me encantan las baladas y la música "triste", las canciones de amor desesperadas.... Pero aunque, por supuesto, también tengo una lista "Soft", procuro evitar ponerla, porque me pone melancólica, y eso no conviene. Así que es mejor escuchar la lista "Happy".

¿Qué os hace sentir la música? ¿Os transporta a momentos de vuestra vida? ¿Cuál es vuestra música favorita? ¿Sois puristas para escuchar música, y Spotify os parece un sacrilegio? Yo no he desembalado mis CDs todavía desde que me mudé, tengo que ponerle remedio, porque hay algún CD que no he escuchado desde entonces.

Después de mucho tiempo sin publicar nada, me alegro de hacerlo hoy, porque además he descubierto gracias al blog de Gema Espinosa @rubirroja que Instagram ha habierto una cuenta exclusivamente dedicada a la música @music. Very timely!

¡Feliz semana! 



27 de diciembre de 2014

Love is in the air y mi carta a los Reyes Majos


Hace unos días, una compañera de trabajo y también amiga, me comentaba lo emocionante que fue ir al aeropuerto a recoger a su marido que llevaba 3 meses fuera por trabajo. Me decía que fue increíble, y que su hijo, un bebé de sólo 1 año y medio, se lanzó a abrazarlo.

En una ocasión tuve que esperar una visita de empresa en el aeropuerto. El retraso del vuelo me brindó la preciosa oportunidad de ver cómo las personas que iban llegando eran recibidas por sus seres queridos. Todavía recuerdo con mucha emoción la escena en la que una mamá africana - con su traje típico - fue recibida por sus 3 hijos que, corriendo, se echaron en sus brazos, y allí estuvieron fuertemente agarrados, llorando de felicidad. Vamos, que aún se me saltan las lágrimas.

Esta escena me transporta automáticamente al inicio de una película, que para mi es casi tan navideña como "Qué bello es vivir", o "Los 10 Mandamientos" (para otros): Love Actually

El film, uno de mis favoritos, arranca justamente con una escena de encuentros en el aeropuerto, con personas que se supone no se ven desde hace tiempo, abrazándose felices... Es difícil que no la hayáis visto, pues la han programado frecuentemente en televisión. Yo he perdido la cuenta, y el otro día, después de que mi amiga me hiciera el comentario del aeropuerto, la volví a ver. 

La película sitúa la acción 5 semanas antes de Navidad y cuenta varias historias de amor que van tomando forma y entrelazándose en algunos casos: son historias de parejas, pero también de padres e hijos o de amigos. Amor en su más amplio espectro. Es una película optimista con muchos toques de humor, pero también momentos emotivos o mágicos. 

Estamos en unas fechas en las que muchos tomamos aviones o trenes, para estar más cerca de los nuestros. Yo llevo haciéndolo 10 años, 5 de ellos acompañada por el no-marido y después también por la peque. Siempre he sentido una sensación especial... esos aviones de finales de Diciembre, van cargados de emoción, de ganas de reencuentro y abrazos contenidos.


Este año hemos llegado en tren a ver a los abuelitos. Nos hemos encontrado con los tíos y la prima Vera, el calor familiar y los menús de 7 platos de la Oma Puri. Hemos hecho cagar el Tió en esa tradición catalana que nos hemos traído a Málaga. 

Son días vividos intensamente en muchos hogares, días mágicos, dicen algunos. Los que tenemos niños vemos la emoción en sus ojos cuando se encuentran con Papa Noël, Nikolaus, el Olentzero, o los Reyes Magos.  Algunos tenemos la oportunidad de desenvolver regalos... pero no puedo olvidar que otros no tienen esa suerte y les faltan muchas cosas esenciales para vivir estos días de forma plenamente feliz. La Navidad es también poner nuestro granito de arena para que en otros familias menos afortunadas, puedan sonreír en estas fechas.

No olvidemos que lo más importante no son los juguetes, los libros, los jerseys, los perfumes caros, joyas, o gadgets electrónicos que nos traerá Papá Noël...  Así que voy a aprovechar y desde aquí voy a hacer mi personal carta a los Reyes Majos, para mi y para los míos: 
  • Unos abrazos con olor a Laura para mi madre, bien fuertes y apretados, por todos los que nos hubieran faltado. También muchas ganas de ir al gimnasio, para ejercitar sus rodillas. 
  • Salud y calma para mi padre. Mucha calma, para mantener el tono de voz adecuado y que su garganta siga curándose. Y que continúe escribiendo y dejándonoslo todo por escrito. 
  • Muchísimos besos de todos los sabores para la Mausi, por la mañana, por la tarde y por la noche. Y un bono de sesiones de escondite y cosquillas ilimitado.  
  • Un vale por 10 mañanas en silencio para mi no-marido, pues yo me levanto siempre parlanchina y él no tanto (sólo 10). Además una bufanda de amor del bueno y poder seguir teniendo el privilegio de ser su camiseta de la suerte por tiempo ilimitado. 
  • Estabilidad laboral para mi hermano y la izeko, porque lo demás ya lo tienen. Y fortuna en lo personal, para mi hermana
  • A nuestra sobrina seguridad en sus primeros pasos, que no haya muchos coscorrones. Y que Oxford este año sea inusualmente soleado. 
  • A nuestro sobrino que no siga creciendo a la velocidad vertiginosa que ha alcanzado, que queremos disfrutarlo chiquitito y sano, como está ahora. 
  • A los yayos, que no nos falten, que son un pilar de nuestra familia. Y que a ellos no les falte de nada, sobretodo salud para ver crecer a sus dos nietos. Les pedimos un saco lleno de gracias y besos variados. 
  • Para mis amigas, abundancia de experiencias felices en todos los terrenos: la salud, la pareja, el trabajo...y poder tenerlas cerca. A las que están más cerca, por las circunstancias y a las que han quedado un poquito más "lejos", pero que están siempre a un toque de teléfono o a un café de distancia.
Y para mi, como digna hija de mi padre, pido un carro de paciencia y otro de serenidad, un vaso mágico de los que siempre están medio llenos, y salud para disfrutar de todo lo anterior.


Que acabéis de disfrutar de estas fiestas. Yo casi llego tarde con mi carta... ¿Vosotros habéis enviado ya la vuestra? 


26 de noviembre de 2014

Una escapada en otoño. Montseny para dos.


Hemos celebrado nuestro 5º aniversario - dicen que es el de papel - y queríamos escaparnos una noche fuera los dos sólos. Alguien me dijo que no es suficiente, y probablemente es verdad. Creo que en un sólo día no tienes tiempo de desconectar de la rutina diaria y dejar que fluya otro ritmo en la pareja, pero...hay que intentarlo y aprovechar lo que está en nuestra mano.

Escogimos un destino otoñal, pues irnos a la playa en Noviembre no nos parecía muy cálido. Enseguida pensé en el Montseny, aunque consideré otros destinos como la Masia La Garriga - que me guardo para un futuro próximo - o Besalú, que no conozco todavía! Finalmente triunfó el Parc Natural del Montseny, y como prácticamente todos los alojamientos estaban reservados me decanté por uno en Tagamanent, El Folló Turisme Rural.

Volvamos al principio! Teníamos pocas horas para estar en "modo-dos" así que pusimos rumbo a Sant Celoni, para ir subiendo por la montaña hasta el Hotel Sant Bernat, dónde aproveché para practicar un poco con la cámara en modo manual como nos había sugerido Bego de Tea on the Moon en nuestras clases de Hello Blogging de Hello Creatividad. La teoría tal como la explicó resultaba muy asequible, pero soy consciente de que me quedan horas de práctica. Aún así, valió la pena y lo importante es empezar, ¿no creéis?


Hacía años que no subía al Sant Bernat y apenas recordaba las impresionantes vistas que se disfrutan desde la terraza del hotel y la preciosa ermita que hay en el jardín, además de los 2 San Bernardos que campan a sus anchas, como parte del attrezzo. Tomamos una cervecita contemplando el paisaje y nos pusimos en marcha para ir a comer a Can Barrina, un clásico que no falla nunca: corazones de alcachofas, cansalada "crec-crec" (nada grasosa) y unas buenas carnes a la brasa. Comimos tan bien, que no pudimos ni tomar postre. 

Decidimos ir por el Plà de la Calma hasta nuestro destino. No era la ruta más rápida, pero probablemente sí la más bonita, y va desde el Montseny a la Vall del Congost, acabando prácticamente en Tagamanent, que es a dónde nos dirigíamos. 

Al llegar a la casa rural, estaban haciendo un curso de cocina que, para todos aquellos que se alojan en El Folló, es gratuito. Una lástima, porque ya estaba empezado, pero consistía en preparar algunos de los platos que se iban a servir durante la cena. Subimos a nuestra habitación - Lavanda - con una decoración rústica y acogedora. Una cama de madera gigante en el centro de la habitación que nos invitaba a una siesta para reposar la comida. 

La cena en este alojamiento rural es distinta. Los platos están servidos a modo de bufet, pero de alguna manera, están espaciados de modo que la gente no se "atropella" para servirse. Hay panes hechos por la señora Mercè, pà de fetge (un tipo de paté de campaña delicioso), distintos quesos con mermeladas de tomate, coca de verduras, humus, tempura de vegetales, atún ahumado (no pregunté, pero parecía casero), pasta y luego los segundos como costillas de cerdo, pollo de corral con ciruelas y orejones, civet de jabalí.... Bueno, si os gusta comer, no os lo podéis perder! Además, otra particularidad es que todos los huéspedes cenan juntos en una mesa larga, que está muy bien - pero limita la sensación de intimidad si uno busca una cena romántica. 

No tuvimos demasiado tiempo para disfrutarlo, pero el lugar es realmente bonito y auténtico. Es una masía del siglo XII que ha sido restaurada durante años y aunque muy sencilla, está cuidada al detalle y limpísima, que también es importante. Vi algunas fotografías de la casa en verano y realmente, tiene un aire a la Provenza francesa o a alguna zona de la Toscana. Muy muy bonita! Además venden conservas, cerámica y trabajos de otros artesanos de la zona. 

Al día siguiente dimos un pequeño paseo hasta el Figaró, un pueblo al lado de Tagamanent, porque ya teníamos que volver, y no perdí la oportunidad de hacer alguna fotografía más para los ejercicios de Hello Blogging. Como decía antes... tengo que practicar, pero lo que sí sé es que me gusta muchísimo hacer fotos. 


¿Os habéis escapado a algún lugar bonito este otoño?

13 de noviembre de 2014

I feel good


I feel good... porque estoy haciendo un curso en Hello! Creatividad, bueno - otro curso - porque en Junio ya tuve la oportunidad de hacer Writing for Self Discovery, que compartí con unas compañeras estupendas y me gustó muchísimo. 

Empecé este nuevo curso "Hello! Blogging" porque quería encontrar (más) motivaciones para seguir escribiendo este blog y hacerlo mejor, más interesante, más cuidado, más bonito y más personal todavía. No tanto para que lo lean otros, que... por qué no, sino sobretodo para mi propia satisfacción. 

Estoy muy contenta de haberlo empezado y de tener como profesoras a bloggers tan relevantes como Bea de Con Botas de Agua o Mar y María de Sonambulistas, que no sólo te transmiten lo que han aprendido gracias a su propia experiencia, sino que lo hacen de una manera amena, dinámica y cercana.

Las clases que hemos hecho hasta ahora son para ayudarnos a encontrar el estilo de nuestro blog, y darle un toque personal especial, para aprender a planificar y ordenar nuestras ideas, ejercitar la creatividad con sugerencias, herramientas y recursos... Son clases"teóricas" que consultamos online y en un foro podemos interactuar, compartiendo opiniones, pensamientos y dudas, con las compañeras y la "profesora" que nos guía en los distintos temas. 

También nos proponen ejercicios y uno de ellos ha sido crear nuestro propio "Moodboard" con lo que nos inspira para nuestro blog. Se trata de mezclar materiales como telas, fotos, papeles, objetos... que te te gusten y te identifiquen, y capten la esencia de lo que querrías plasmar en el blog.  

Aunque con más tiempo hubiera hecho algo distinto y las fotografías no son demasiado buenas, estoy contenta de cómo ha quedado, porque es todo lo que está, aunque no esté todo lo que es. Hay muchas más cosas que me inspiran, me gustan y puede que incluso sean más personales todavía, pero ésta es una buena muestra de ellas.
  • La paleta de colores está compuesta de tonos azules y algunos amarillos os ocres... que son los que ya predominan en el blog. 
  • Escogí fotografías de revistas que me inspiraban belleza y tranquilidad, las flores, las imágenes antiguas, las piruletas de un anuncio de joyas - un toque feliz, pero con guiños azules, también. 
  • Hice un pequeño collage con algunas fotos que había en mi pinterest, pero muchas de las que se ven son imágenes mías que he ido colgando en Instagram, además de dos fotos de la sesión familiar que nos hizo Olga Pareja este verano. 
  • Hay dos libros de citas "Tranquilidad" y "Felicidad" que tengo desde hace años y contienen frases muy bonitas. 
  • Unas cuantas piedras, porque las recojo allá donde voy, las de la foto son de República Dominicana y Túnez. También hay una piedra decorada que compré en Frigiliana y que ha sido declarado uno de los pueblos más bonitos de Andalucía, entre los que también está Comares.
  • No podían faltar unos bolis y una libreta, para poder anotar todo lo que se me pasa por la cabeza y un amuleto dorado que hace años que me acompaña cada vez que cambio de trabajo.
  • El collar fue regalo de una de mis mejores amigas y que el mismo día que hice el moodboard, me dio una feliz noticia. 
  • El cochecito le gusta a la Mausi  y la casita de pájaros que compré en Amazon para convertirla en una lámpara para su nueva habitación. 

Por la mañana hice unas fotos deprisa y corriendo para ver si con luz natural conseguía mi objetivo, allí había además un botecito de cristal con arena blanca de Cerdeña y una sandalia menorquina, recuerdo de las vacaciones del año pasado. 

Espero que os guste... I feel good, porque el "moodboard" no es otra cosa que una composición de objetos reales o virtuales para mostrar tu estado de ánimo, cómo te sientes, lo que te inspira... Y me siento bien gracias a este curso y todo lo que estoy aprendiendo. Además, tengo muchas ganas de hacer mi collage anual - a final de año - inspirada por este ejercicio y motivada para seguir haciendo cosas creativas, aunque "sólo" sea escribir!  

¿Habéis hecho alguna vez un collage personal o un moodoard? ¿Tenéis un tablón de Pinterest dónde guardéis todo aquello que os gusta? 


6 de noviembre de 2014

Quererse en la distancia



Suelo contar que yo no me independicé, sino que fueron mis padres los que se independizaron de sus hijos, hace ahora unos 12 años. Deseaban tener una vida más relajada, más tranquila y agradable, y sabíamos desde hacía mucho tiempo que se iban a vivir a Málaga.

Era su deseo irse de Barcelona y aunque no siempre lo he entendido, siempre lo he respetado. No para todos fue un buen momento, por un cambio en mi situación personal, me cogió con el pie cambiado y al principio me costó asumir que iba a vivir sola - una idea que no había considerado nunca. Eso sí, tenía 29 años, me ganaba la vida y ya era (muy) mayorcita para ser independiente. 

Mi hermana, aventajada en asuntos de independencia, vivía con su pareja de entonces y mi hermano pequeño tomó la decisión de irse a vivir con ellos. Yo me instalé en Mataró, a 25 kms de distancia, en mi nuevo piso de soltera y como todos teníamos nuestras rutinas, no siempre nos veíamos muy a menudo.  

Desde entonces, la sister se ha mudado en  varias ocasiones y ahora vive en Oxford a 1600 kms, con mi preciosísima sobrina. Mi hermano, por su parte, un día se mudó a Bilbao, a sólo 600 kms, y allí ha construido su vida junto a nuestra querida iseko. Y mis padres, siguen en el sur, a 1000 kms de nuestra casa, en un pueblecito de la Axarquía muy bonito y muy pequeño, que se llama Comares


No es que sea algo especialmente extraño, pero sí poco habitual encontrar a familias tan "desperdigadas", aunque creo que dadas las circunstancias, cada vez lo será más. Como decía antes, cuando empecé a vivir sola me costó muchísimo esfuerzo porque yo no lo deseaba. Con el paso del tiempo entendí y disfruté de todos los placeres que proporciona la independencia. Pero son incontables las ocasiones en las que eché de menos a mis padres y los hubiera querido tener más cerca.

Ahora que soy mamá, también me da pena muchos días que la Mausi no pueda ver más al abuelito y a la Omi, pero ella ya sabe que podemos hablar con ellos por Skype y cuando nos vienen a visitar o vamos a verles, sé que disfrutan al máximo de la peque, igual que ella de sus abuelos. Lo mismo ocurre con mi hermano, al que por fin fuimos a ver a Bilbao en Octubre; o con mi hermana y mi sobrina - soplamos las velas de su primer cumpleaños por Skype hace una semana. 

No siempre es fácil, no siempre están a mano, no siempre hablamos todo lo que querríamos ni lo que deberíamos, seguramente. Hemos de esforzarnos los 5, o los 9 de la familia extendida, para mantenernos al día y para querernos y cuidarnos en la distancia. Pero también es muy bonito cuando nos reencontramos, como en Navidad - que celebramos todos juntos en Comares - o en verano, en alguna visita de los abuelos o los tíos. 

Aún así hago un propósito nuevo y no de temporada, para mantenernos más cerca, a pesar de los kilómetros que nos separan, y no dejar de querernos activamente por demasiados días. Porque aunque no os lo diga todos los días, y a veces no lo parezca, os quiero.

¿Y vosotros? ¿Vivís cerca o lejos de los vuestros? ¿Cómo lo hacéis si no los tenéis cerca?